CREER O NO CREER, HE AHÍ EL DILEMA

(Recopilaciones diversas de individuos diversos. De gente real del mundo real. Algunos dan a conocer sus verdaderas identidades, otros la ocultan y a los más pavos los echamos al agua... onda sapeo)
apuntesinsanos@gmail.com

jueves, 26 de junio de 2008

SU NOCIÓN DE

“No tenía noción del tiempo. Había perdido parte del mismo en dos días. Eso era tiempo. Si se lo miraban como dos días, era tiempo. Sí que lo era. Pero si se lo miraba como él lo miraba, no significaba nada. Como dijimos, había perdido la noción. Andaba perdido. Dos días así, desde que tenía memoria. Dos días compuestos de sus respectivas horas. Se entiende, claro está, 22.
Habían dos relojes en la sala. Uno en la pared y el otro hacia afuera. La luminosidad a esa hora se entendía dos veces, eso se sumaba y daba veinticuatro. Era una fórmula casi perfecta, pero claro, él no entendía esas cosas. Había perdido la noción. Aparte que estaba afuera y que no podía hacer una comparación coherente. Era un punto de vista, claro, pero sesgado por las circunstancias. Dicho de otra manera, su opinión no era importante. No lo era porque carecía de objetividad. Por lo tanto, optó por el silencio.
Iba así, callado, no podía ser de otro forma porque iba solo. Esta vez solo. No era usual, comparándolo con cuando tenía algo que decir. Esas veces era improbable estar viviendo una situación como esta. Esas veces no era bien visto ir ahí y decir una frase inadecuada porque todo lo que se saliera de los márgenes establecidos no era bien visto. Era muy mal visto y muy mal aceptado por el resto de los asistentes. Siempre lo consideraron un entrometido. Un tipo que estaba donde no le correspondía. Había que hacérselo saber. Había que decirle un par de cosas para que cayera en la cuenta de que todo lo que se le decía era por su bien. Todo lo anterior implicaba forzosamente dejar de estar solo, aunque sea para recibir una crítica constructiva, que eso le decían que era con sonrisas sinceras o bastante creíbles.”

Ese fue un silencio. Se escuchaba claro. Había algo bien esta tarde. No había tiempo o había perdido la noción. Era algo que no se puede decir ni contar aquí, porque me dijo que era secreto. Yo lo engañé un poco. Que a qué tanto, que a qué venía eso. Nos fuimos a un bar de por ahí, a bajar unas cervezas, aunque en ningún momento siquiera le insinué que pretendía recurrir al viejo truco de encerrarle la historia en unas cuantas palabras. No se lo dije. Esas cosas no se dicen. Tomé dos apuntes (más bien diagramas, más bien señales) en una etiqueta de la Escudo. Me vio cuando venía de llamar por teléfono y yo pensaba que era la buena acción del día, que todo eso estaba bien y me guardé bien las referencias en el bolsillo. Hablamos de libros. Hablamos de música. Que la mesera fue compañera suya y a mi se me hacía cara conocida. Era ella, claro está. Ahí tenía el punto. O más bien un engranaje. No sé qué había pasado ahí, pero me decía que ella tuvo la culpa, un asunto de hace años, según sus vagas nociones. De ahí que no contaba el tiempo, quien sabe qué. Yo lo iba siguiendo. Saqué dos cervezas más, traídas adivinen por quien. Sigue. Cuéntame. Tranquilo hermano. Los curaos no mienten. ¿Te fijaste que ya abrieron la calle? Tienes que poner más atención, hombre. Creo que estuvo cerrada por más de un año. Es raro que nadie ponga la suficiente atención en estas cosas. Si te digo que pienso yo del tiempo, no vas a entenderlo. A ver, es como, como te explico. ¿Te has fijado la luna? A ver, como lo que te contaba el otro día. Pero yo te digo que no hay forma de explicar algo como eso. Tu idea es más o menos clara, es difícil, pero algo entiendo. Una chela más y no mires quien la trae. No mires. Dale nomás, tu idea del tiempo me gustó. Tampoco se puede escribir, claro que no, pero no sabes que si empiezo más o menos con algo como que habías perdido la noción… ¿te parece? es una buena idea, yo creo que sí. Que había perdido la noción del tiempo y que las horas del día no cuadraban, algo así. Cualquier cosa, hermano, pero no mires allá con esa cara. Voy a pedir otra pero la voy a ir a buscar yo... ¿vale?

CENTENARIO

"Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica"

SALVADOR ALLENDE
(1908-1973)

viernes, 20 de junio de 2008

PALABRAS

"Toda mi vida he querido que hubiera algo más que palabras. Sólo he vivido para eso. Para que las palabras tuvieran un sentido, para que fueran actos."
(Fiodor Dostoievski, Demonios)

SOLSTICIO

El 20 de Junio a las 20 horas 01 minutos, se producirá el Solsticio de Invierno, que corresponde a la fecha en que el Sol alcanza la mayor latitud en el Hemisferio Norte, llamada también máxima “Declinación Norte” en la terminología astronómica y de navegación. Ésta coincide con el llamado trópico de Cáncer, que es el paralelo 23 grados 27 minutos Norte, dándose inicio oficialmente a la estación de invierno en el hemisferio Sur, debido a que el sol ilumina en forma oblicua a esta parte del planeta, y verano en el Norte, como consecuencia de la incidencia perpendicular de la radiación solar sobre ese hemisferio.
Los solsticios son los puntos de la eclíptica (que es el movimiento aparente del sol sobre la superficie terrestre a lo largo de un año) en que el sol alcanza sus mayores declinaciones, y se llaman: solsticio de verano y solsticio de invierno.
Como consecuencia, la noche del 20 al 21 de Junio, tendrá su período de oscuridad más largo del año.
(SHOA.CL)

martes, 17 de junio de 2008

NO ES CHISTE

(casi todo me da risa)

lunes, 16 de junio de 2008

MATRIZ

MATRIZ DE AGUA

Señor director:

Hace al menos 5 años, que una matriz de agua potable de Essbío presentaba problemas en la calle Pedro Aguirre Cerda de la comuna de San Pedro de la Paz. Se rompe al menos cada dos meses (este mes se rompió dos semanas seguidas) lo cual causa el corte de suministro de agua potable a los sectores El Recodo, Pedro de Valdivia Sur y todo camino a Santa Juana. Esto nos significa estar sin agua. Al llamar al número telefónico que la empresa se informa que el corte durará hasta una hora determinada, pero por lo general esa hora se retrasa conforme avanza el día.
Las telefonistas insisten que la forma de reclamar es acercarse a las oficinas o hacerlo vía internet, situación que ya he hecho y nunca he tenido respuesta. Los vecinos del sector camino a Santa Juana debemos soportar continuos cortes de agua por culpa de una matriz vieja y en mal estado, sin que la empresa la cambie, sino solamente repare con parches que a la luz de 5 años de molestias, no funcionan.

H. W. C.

(“El Sur”, Domingo 15 de Junio de 2008)

viernes, 13 de junio de 2008

EDUCACIÓN

"La crisis de la Educación"
Viernes 13 de Junio
16:00 Hrs.
Aula 1 Plato
Universidad de Concepción

Exponen Colegio de Profesores Universitario y Secundario.

miércoles, 11 de junio de 2008

CONTRASENTIDOS

En el sentido correcto de la palabra hay un contrasentido. Un sentido referido a sentidos incorrectos. La palabra quiso decir y tuvo tal autonomía que llegó determinado momento, no esperado por nadie, en que confundía por sí sola. Hay veces que logramos un acuerdo, algunas tardes, sobre todo donde espero lo que espero. No espero, pero estoy por ahí, viendo que hay de nuevo, viendo como es que dije lo que no tenía decir. Una idea me da vueltas. Le doy vueltas a la idea y una tregua de frases se aproxima. Hay que aprovechar el momento, y dos contrasentidos al revés tienen sentido, una conclusión básica luego de darle vueltas al asunto. He ahí una tregua. He ahí un acuerdo. Pero es poco. Pero es nada. Las palabras me declararon la guerra. Cosas que pasan.
Contrasentido. Autonomía de las ideas. Revolución de las palabras. Bit, Byte, Carácter y Palabra. A partir de la mano crea un submundo del absurdo, de lo concreto, de algo, de lo que sea. De ahí te vas con frases. Te vas con ideas algo torpes, algo que te recuerde algo. Con sentido y sin sentido. Ayer me dio por dejar de dejar testimonio y como a las tres me arrepentí. Y empecé de nuevo.
Hay tal cantidad de piedras en el camino que tuvieron que despejar la ruta y la brigada contra incendios urbanos está en paro, pero eso es otro cuento. Hay una casa que es accesible por la ventana y sólo en la tarde se ilumina porque tiene cierta inclinación hacia el oeste, porque de otro modo no se explica. Hay una iluminación exacta. Casi lo logran esta vez, pero digo que la ventana no tiene vidrio, que lo quebraron por el sol. El exceso de luz fue cosa manifiesta en todos ellos. Digamos que se encandilaron. Y eso fue lo que los perdió, porque de otro modo no se explica. Se iban caminando. Se iban saltando los charcos de agua. Y era raro. Sí que era raro en verano. Yo les explicaba que era que se rompió la matriz y todos entendieron perfecto. Aunque estoy seguro que nadie sabe exactamente qué es la matriz, pero todos entienden, ponen caras afirmativas, dicen que es hora de intentar un nuevo golpe, que ya casi les pisan los talones, que por qué fueron a caer en ese tipo de actitudes, que la próxima vez sí lo logran. Ahora los focos los perdieron. Les dieron directo a la cara y era como cuando llegaban al bar de mesas y sillas y el sol les hacía cerrar los ojos, la tarde se mostraba agresiva y el lugar estaba tan oscuro que no supimos nunca a quien teníamos al lado. Hacían un gran escándalo. Rayábamos las mesas y las botellas. Insultábamos al prójimo, que cómo era posible perder un celular en un pozo de agua, en la vereda, cuando el sol estaba por evaporarlo todo, como era posible que teniendo los focos encima no hicieron lo básico en estos casos, cualquiera entiende que si te apuntan así, como era que lo estaban haciendo, lo mejor era quedarse tranquilo, no delatarse, no mostrar actitudes sospechosas. Fue uno solo que se puso nervioso, uno solo, y fue efecto dominó. Se cayó el castillo de naipes que intentabas armar sobre esa mesa. Te dije que no trajeras las cartas a este lugar. Este bar y la casa vacía se parecen en dos cosas. Se diferencian en varias, pero yo no fui quien rompió la ventana, ya te dije que fue el exceso de luz, que tan así como rompe ventanas y deja al descubierto lo que a simple vista no se veía, esta vez nos jugó en contra. Y ahora no salen de su asombro, despertamos en no sé donde, y elogiamos la reforma, el Ministerio Público y el defensor que nos asignaron, que fue compañero de curso tuyo pero ya no se acuerda.

UTILIDAD

—De que me sirven los ojos si no.
—¿Si no qué?

sábado, 7 de junio de 2008

ALGO

“Lo que tenemos en este momento sublime, suspendido de dos de sus patas, es lo que parece. Es lo que es. Pueden pasar —dos a lo más, de lo contrario se rompe la tarima—, pueden venir y mirar de cerca. Entérense bien, y aprendan, niños, que aunque no quieran reconocerlo, todavía lo son.”
Con estas palabras, textuales si la memoria no me falla, fue la invitación que nos sugería aprender algo más. Y como somos de esos, y nos gusta saber de que se trata todo, le fuimos. Fuimos dos. La “tarima” era como un escenario. Yo lo llamaría así, pero alguien diría “proscenio”. Lo diría a toda voz, y los que sabíamos y entendimos el chiste precedimos a reírnos. Nerviosos y asustados, enfrente de eso, que de cerca no era tan grave como aparentaba. Claro que no. Éramos un par de valientes y ahí, ante medio curso de aspirantes a lo que todos saben, nos sentimos a gusto. Una raro orgullo, pero de cerca le perdías el miedo. “Suspendido de sus patas…”, pero… ¿era broma?¿eran eso patas? Y las movía, o se movían, o todo era un gran truco.
Creo que estuvimos como una hora así, comprobando que no era un embuste. Aunque no creo que tanto, pero a mí no me gusta hablar de tiempo. Si digo una hora, perfectamente pueden haber sido un par de minutos. El otro le pegó unas clavadas con el lápiz y no sé, la verdad que no sé. No me dio miedo. A mí no me asusta nada, desde los acontecimientos aquellos que no me asusta nada, pero no me gustaba el jueguito del lápiz. Me parecía abuso, o aprovecharse de las circunstancias. Ya habíamos comprobado todo lo que queríamos comprobar y listo el trámite, era hora de bajarse. Nos esperaba un recibimiento de héroes y alguien lloraba ahí abajo, yo pensé que era que ya dábamos pena. La cosa es que yo quise bajarme. No cambié la cara. Traté de hacerme el no sé. El malo. El satisfecho. El misión cumplida. El hecho y la acción realizada nos llenaron de un raro orgullo. Me di cuenta de un crujido. La superficie era altamente inestable y de un momento a otro una desgracia podría acontecer, eso era altamente probable. Estaba tan ensimismado, estaba tan por decirlo de alguna forma no sé, tan pensando en lo que no, que no me di cuenta que cuando puse los pies en el suelo provoco un contrapeso que hace que se caiga la tarima, el otro sufra un accidente y esa cosa escapara a velocidades increíbles, tanto que las señoritas de la primera fila tuvieron que parar de llorar. Ahora gritaban y aquí su héroe que no las piensa salvar.
Yo sólo dije, por decir y muy convencido de todo: “Parece que estaba vivo”.

jueves, 5 de junio de 2008

DOS

Desde hoy y siempre a la misma hora, desde que lo decido y tomo razón de la gravedad (gravedad es una palabra aguda… un truco más de Hernán), todo parece más calmo. Por la ventana se veía un mar de dimensiones de lo más estable. Defino estable como calmo, que no es lo mismo. Un bote a una distancia poco razonable de la costa, un faro automático, de dimensiones mínimas, tan ridículo que parece una linterna de juguete. Una bolsa, o morral, en este caso una mochila negra y el contenido es vidrio. Vidrio que tiene atrapado algo dentro y que esta noche vamos a usar sólo para saber y entender el tema del día. El tema de la noche. El debate de dos por tres en verano intermedio, de principios de siglo en algún lugar del litoral del norte grande, lobos marinos y gaviotas o lo que dejaron al pasar.
Empieza la Rica Andrea. No sé por qué la llamamos así.
Define su Posición en este mundo como un error, dice que no quiere seguir con lo mismo, que todos ya sabemos a donde nos llevan sus asuntos llorados y no faltaba más. Que pase el siguiente.
Sigue Tato. No es así, tan raro, no las pocas veces que se nos presenta sobrio y esas veces ha venido a nosotros algo así como una sorpresa. Una satisfacción de admirar un momento de esos que no se pueden ni se dejan atrapar. Veremos que nos presenta. Veremos el peso de la tesis. Veremos su capacidad de argumentar y convencer. De lo contrario, al agua.
Yo. Me presento humildemente. Hagan espacio que vengo yo. Cuando digo suelo decir y cuando callo suelo callar. Tenía esa tarde la posibilidad de irme sin pagar, un cantidad impresionante a mi favor, un buen saldo. Pero fui honrado. Pero fui honesto. Si otra vez lo mismo, seré más práctico.
Dos. De esta historia el Dos es sólo el dos. Nunca pierde ni nada de eso. Siempre dice la última palabra. Siempre nos hace quedar de más estancados. Tres pies en la arena, sólo por contar de qué se trata todo esto. Dos dice la última palabra y esta historia se acaba.
No se puede seguir si Dos habla. Pretende ser la voz de todos, y las más de las veces lo logra.