CREER O NO CREER, HE AHÍ EL DILEMA

(Recopilaciones diversas de individuos diversos. De gente real del mundo real. Algunos dan a conocer sus verdaderas identidades, otros la ocultan y a los más pavos los echamos al agua... onda sapeo)
apuntesinsanos@gmail.com

lunes, 31 de diciembre de 2007

ÚLTIMO DÍA

Eso ni se pregunta.

viernes, 28 de diciembre de 2007

MÁGICO

Hace un año, como a esta hora, entré a ese lugar.
Era realmente mágico. Por ahí por julio lo comprobé

INOCENTE

Frente al pelotón de fusilamiento, con los ojos vendados y una marca en el pecho, oyendo las voces de mando, escuchando las respiraciones, el sonido del armamento, los murmullos y el latido de mi corazón.
Ante un hecho que consideraba injusto, ante la sensación de sentirme en minoría, ante mi respiración agitada, ante toda esa cantidad de gente reunida en mi honor, ante el muro de sacos de arena para detener las balas que antes pasarían por mi cuerpo y se quedarían ahí detenidas.
Por mi vida, por mis ganas de vivir que ahora se me enredaban en el cuerpo, por las personas que no irían a extrañarme, por el día que esperaba vivir mañana.
Dije por decir, y sólo por decir, una frase corta. Era más bien algo así como un gruñido, algo que no tenía mucho sentido ya a esas alturas. Pero lo dije:
—¡Soy inocente!
El oficial a cargo del pelotón me quitó la venda y sonriente me dijo que todo era una broma del día de los inocentes. Todos los asistentes no eran más que el resto de los reclusos.
Y luego todos, a coro:
—¡Hueón, hueooooon!

jueves, 27 de diciembre de 2007

ADVERTENCIA

"Cónsumase con moderación"
Era una advertencia prudente, pero nadie hacía caso.
Si no fuera advertencia, nadie le daría mucha importancia.
Consumían como malos de la cabeza.
Un escándalo.

MANCHA MUSICAL

"Don Quijote de la Mancha"
Anfiteatro San Pedro de la Paz
Viernes 28 de Diciembre
21:00 Hrs.
Entrada Liberada

CONFESIONES CONFUSAS

Por decir algo —y sólo por decir— , empecé a contarte otra vez esa vieja historia. Punto por punto y siempre las mismas preguntas. Como siempre, no me pusiste la suficiente atención.
¿Era o no era?
Sí. Sí era.
Y aclarando esa parte para los amables lectores, comienza aquí la aclaración más confusa. La declaración más realista. ¿Qué a qué me refiero? Bueno, a ver. No sé. Pongámosle confusión a la cosa. “Ahí va un auto a exceso de velocidad”. Calculando al ojo, unos 120 kilómetros por hora. Sí, te vi. Y los carabineros en moto comenzaron la persecución, de una manera tal, con un ruido tal, que todos los habitantes de La Chilca nos quedamos con la boca abierta. No quería hacer eso, pero no se me ocurrió otra cosa. Por aire también continuó esta alharaca, tan espectacular todo, hijo, joven, niño, caballero. Y quería verte. Pero los policías uniformados en sus uniformes verdes podían observarlo todo a pesar de que estaban con casco para protegerse contra los posibles accidentes, pero todos teníamos algo así como miedo, nunca habíamos visto un helicóptero. En el terremoto del '60 recién esas cosas se masificaron, úsese también como sustantivo, y una necesaria buena redacción. Te necesito. Te necesito explicar todo el alboroto que se armó, necesitamos que no enseñen a leer, que la policía continúe estos operativos tan espectaculares y que nos entregan algo así como una distracción en este pueblito tan alejado de la modernidad y del desarrollo sostenido que está teniendo sólo parte del país, señor presidente. ¿Cuándo? Un país que se enorgullece de su tradición republicana, que manifiesta en las plazas públicas todos sus actos que son dignos de un orden, de un sentimiento de ciudadanía, ni en el imperio romano se vio cosa igual. Santiago, Talca y Concepción. Plaza. Ahí los actos que dignifican la democracia, que santifican la vocación de político. Quiero verte. Ver como vamos ganando la lucha contra la delincuencia, gracias a los operativos escandalosos con perritos que dan la pata. Y tantos accidentes a la orden del día, generan desorden. Colisiones de asteroides y mi estrella que se me escapa.

miércoles, 26 de diciembre de 2007

SOLSTICIO

El 22 de diciembre vivimos el solsticio de verano: ese fue el día más largo del año.
Nadie se dio cuenta.
A partir de ahí, los días comienzan a disminuir. El sol cada vez se mete más temprano al fondo del mar y el 21 de junio viviremos la noche más larga.
Nadie se da cuenta.
Todos los años lo mismo, pero nadie pone la más mínima atención.
Nadie se da cuenta de nada.

Invierno

Alguna lluvia cae.

lunes, 24 de diciembre de 2007

YA ES NAVIDAD

Y ya es Navidad,
¿y qué has hecho?
otro año se acaba
y uno nuevo va a empezar.
Y ya es Navidad,
espero que te diviertas,
el que está cerca y el querido,
el viejo y el joven.

Una muy Feliz Navidad
y un feliz Año Nuevo,
dar esperanza es bueno,
sin ningún miedo.

Y ya es Navidad,
para los débiles y los fuertes,
para los ricos y los pobres,
¡el mundo está tan mal repartido!

Y una Feliz Navidad,
al negro y al blanco,
al amarillo y a los rojos,
que se paren todas las luchas.

La guerra a terminado,
si tú lo quieres
la guerra ha terminado ya...

JOHN LENNON
"MERRY CHRISTMAS (WAR IS OVER)"
1971

(La guerra ha terminado... si tú lo quieres)

EL NACIMIENTO

"Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado. Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria.
E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad. Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David; para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta. Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres! Sucedió que cuando los ángeles su fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado. Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían. Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho."
(El Santo Evangelio según San Lucas)

viernes, 21 de diciembre de 2007

SANTA MARÍA

"Y los que se habían dejado llevar hasta la pampa -pero que se devolvieron a Iquique al dìa siguente-, dicen que al llegar a las oficinas salitreras los obreros lloraban como niños abrazados a sus familiares. "No queremos ser más chilenos, mamacita linda", gritaban los hombrones. Y con los puños en alto escupían las mismas blasfemias y maldiciones que escupimos los que caímos acribillados aquella tarde sangrienta; los que con el pucho en la boca y la incredulidad pataleando en los ojos tuvimos que morir para salvar el honor y el prestigio moral de los patrones; los que, en medio de estertores, expiramos renegando de Dios y de la patria, y que en el fondo de las fosas comunes de ese cementerio en donde fuimos enterrados como perros, aún seguimos revolcándonos y despotricando en contra de la hipocresía con que se ha tratado de ocultar al país los millares de muertos de esta carnicería a mansalva."
Hernán Rivera Letelier, Santa María de las flores negras

(NO OLVIDEN NUNCA ESTO...)

martes, 18 de diciembre de 2007

SIN CENSURA

La censura no existe mi amor, oh, oh...
La censura no existe mi amor...
La censura no existe mi...
La censura no existe...
La censura no...
La censura...
La...

JUAN CARLOS BAGLIETTO
"LA CENSURA NO EXISTE"
ACTUAR PARA VIVIR
1982

lunes, 17 de diciembre de 2007

NINGUNA PARTE

Es un auténtico Hombre de Ninguna Parte
Sentado en su País de Ningún Parte
Haciendo todos sus Planes de Ninguna Parte para nadie

No tiene ningún punto de vista
No sabe adónde va
¿No es un poco como tú y como yo?

Hombre de Ninguna Parte, por favor, escucha
Tú no sabes lo que te pierdes
Hombre de Ninguna Parte, el mundo está a tus órdenes

No puede estar más ciego
Sólo ve lo que quiere
Hombre de Ninguna Parte, ¿de verdad que no me ves?

Hombre de Ninguna Parte, no te preocupes
Tómate tu tiempo, no corras
Déjalo todo hasta que alguien te eche una mano

THE BEATLES
"NOWHERE MAN"
RUBBER SOUL
1965

jueves, 13 de diciembre de 2007

CREER

"Yo le expliqué que el amor no existía, que era una invención de un italiano llamado Petrarca y de los trovadores provenzales. Que eso que las gentes creían un cristalino manar de la emoción, una pura efusión del sentimiento era el deseo instintivo de los gatos en celo disimulado detrás de las palabras bellas y los mitos de la literatura. No creía en nada de eso, pero quería hacerme el interesante. Mi teoría erótico-biológica, por lo demás, dejó a la tía Julia bastante incrédula: ¿creía yo de veras esa idiotez?"
(Mario Vargas Llosa, La tía Julia y el escribidor)

YO, ESCRIBO...

Escribo. Escribo que escribo. Mentalmente me veo escribir que escribo y también puedo verme ver que escribo. Me recuerdo escribiendo ya y también viéndome que escribía. Y me veo recordando que me veo escribir y me recuerdo viéndome recordar que escribía y escribo viéndome escribir que recuerdo haberme visto escribir que me veía escribir que recordaba haberme visto escribir que escribía y que escribía que escribo que escribía. También puedo imaginarme escribiendo que ya había escrito que me imaginaría escribiendo que había escrito que me imaginaba escribiendo que me veo escribir que escribo.
(Salvador Elizondo, El Grafógrafo)

lunes, 10 de diciembre de 2007

HUEVOS

"¿Saben lo que tiene este equipo? Tiene esto... Huevos."
Roberto Órdenes

Ya. Ok. Listo nomás. Estadio más o menos lleno y las barras ahí. Grita que grita y café. Y manices (dígase maníes). Y sopaipillas. Y una que otra mina rica. Y uno que otro insulto. Bebidas a la módica de 600, considera que entraste gratis.
No se esperaba tanto, pero en una de esas... si el caballo es regalado, pa' que le vas a mirar los dientes. Un gol sin repetición y te inunda el no sé qué. Te metes en el juego. ¿Qué haces aquí? "¡¡¡Vamos, vaaaaamooos mierdaaaa!!!!!" (yo dije eso, analizar ya el efecto, poner nombre, tan calladito y recién gritaste...). Liberar tensiones, camuflarse de normal, los cabros chicos con sus viejos y los viejos le enseñan y los cabros aprenden a comportarse como hombres, según ellos como hombres, y qué es esto. ¿Qué es esto? Otro insulto por la misma boca de señorito. El efecto te llega. Es un contágiate de huevonera, pero si lo veo de afuera no lo creo, es que hay que estar ahí y el gol dos igual a obscenidades no aptas para damas. Toma, cómanse esto, cruzados de mierda y si te viera tu madre que vergüenza, el niño se está educando.
Resultado final es equipo clasificado y todos felices pa' su casa. Otros a armar el sábado. Y ahí, viendo como esa masa de subnormales enrollaba sus lienzos azules y blancos, la galería del frente se va diluyendo de gente hasta que alguien de esos mismos, atrás del arco norte, dice algo así como “¿que mirai, chichitimare?” Yo sólo lo miro, y me sorprendo de responder con un Pato Yánez interminable, más una sarta de improperios que no sabía que era capaz de decir. “Te vamo a pillarte, lechuza de mierda, afuera, cagaste..” Y en seguida empiezan a describir mi atuendo prenda por prenda, onda te tenemos identificado. Yo les respondo con las dos manos y dedos rectos. Onda cómanse esto también. Desaparezco. Me escabullo. Despacio apurado. Un ojo atrás y el otro más atento. Los chichitimares se me pueden venir encima sorpresivamente, pero tienen que dar toda la vuelta desde la galería Andes y el tumulto me protege ¿Luchuza de mierda? No cacho.
Me duele algo por ahí. El Pato Yánez fue demasiado efusivo.

jueves, 6 de diciembre de 2007

MADRE PATRIA

Violeta Parra Sinfónico
Atrio de la Catedral de Concepción
Viernes 7 de Diciembre
21:00 Hrs.

COSAS DE UN DÍA

El último día de 1982 nos sorprendió algo sorprendidos. Sí. No esperábamos que sucediera eso y de ahí el motivo de tanta sorpresa.
Llegó de no sabía donde, pero mi viejo algo sabía, porque la sorpresa se le pasó altiro. Dejó el bolso con el que llegó por ahí, en cualquier lado. Yo lo miraba. No paraba de mirarlo, pero para que no se diera cuenta hacía como estaba viendo otra cosa, pero sí se daba cuenta. Eso se notaba. Qué tal todo y qué tal nada.
El bolsito parecía lleno de cosas, pero en realidad la forma que tenía era lo que lo hacía parecer lleno. Lo vaciaste completo sin ningún pudor delante de nosotros y fuiste contando pequeñas historias acerca de los pequeños elementos que ibas sacando. Pasábamos de mano en mano todos esas cosas que iban cobrando valor a partir de los comentarios que hacías, y nosotros nos imaginábamos los lugares que ibas describiendo y yo no paraba de sorprenderme de como era que habías logrado llegar. Clandestino era una palabra que daba miedo. La palabra sonaba a muerto. Sonaba a tensión y yo tenía alguna imagen confusa de todo lo que estaba pasando.
Todos teníamos alguna idea de todo lo que sucedía, pero nadie comentaba nada. Por lo menos se cuidaban bastante delante de quien hablar. El tío Raúl pintó el taller mecánico negro con rojo, porque le sobró pintura. Llegaron al otro día a decirle que mejor le cambiara el color o iba a tener problemas, pero el tío muy serio le dijo que tenía la estrella guardada adentro y que más rato la iba a poner. No le dijeron nada, porque era compadre del suboficial de la comisaría y lo que dijo lo dijo como chiste. Los pacos se rieron porque lo conocían. En realidad todos nos conocíamos en ese pueblo tan chico, pero a mi me daba miedo. El mes pasado se llevaron a dos cabros del Tercero F y los devolvieron al rato. Era para preguntarle, para preguntarle por no sé quien. Y esas cosas todos los días.
Yo estaba algo enterado de todo pero no sabía que era tan fuerte la cosa. El Alberto ya había cerrado el bolso. Era pura pantalla. Ninguna de las cosas tenían mucho sentido, eran para despistar, decía él. Tenía la barba crecida, se la rascaba a cada rato. Se pasaba la mano por el pelo y tenía los pantalones sucios. Se levantaba cada cinco minutos y miraba por la ventana. Los ojos le saltaban a todos lados y se pegaba en las piernas. Yo no sé por qué hacía eso, pero iba contando en voz baja donde había estado y qué le habían hecho, y yo no me lo podía creer. Tampoco me podía creer que mi viejo me dejara estar ahí, pero encontré que ya me consideraba hombre. Más todavía cuando me ofreció el vaso de pílsen. Me la ofreció. Yo todavía no tenía 21 años, la mayoría de edad. Era sólo un cabro flaco y la Cristal me parecía algo amarga. Era buena. Era como estarse tomando el olor de la fuente de soda y los olores siempre te traen recuerdos. Yo pasaba por ese bar de mala muerte todas las tardes (el único del pueblo) y afuera siempre migas de pan y las palomas comiéndose todo eso, pan con cerveza. Yo no sé por qué la Lorena tiraba todas las tardes el pan con la cerveza ahí en la vereda, pero yo la miraba desde la esquina. El viejo Julio siempre le daba un agarrón y la mitad de las palomas picoteando el pan y la otra mitad en los cables eléctricos. Después ella hablaba con algún cliente habitual —todos eran habituales— y se quedaba atrás de la barra con una revista mentirosa, como todos eso días.
En eso estaba, acordándome de las tetas de la Lorena y preguntándome por qué las palomas no se emborrachaban ni les daba la corriente, cuando me fijé que a mi primo se le asomaba por el cuello algo que parecía una quemadura de cigarro. No tuve tiempo sorprenderme, porque justo mi viejo me ofreció la cajetilla de Derby para que fumara. Mi primo no quiso, pero al rato sacó el mismo un cigarro. Lo tenía ahí, la mano le temblaba mucho, pero no se lo fumaba. Yo tosía no sé por qué. Ya sabía fumar, pero tosía. Todos los días su cigarrito después del liceo.

CAMBIOS

Sale Lagos.
Entra Vidal.
Yo no paro de reírme.

martes, 4 de diciembre de 2007

MIRADAS

¡Ah!, queréis saber por qué hoy os aborrezco. Más fácil os será comprenderlo, sin duda, que a mí explicároslo; porque sois, creo yo, el mejor ejemplo de impermeabilidad femenina que pueda encontrarse.
Juntos pasamos un largo día, que me pareció corto. Nos habíamos hecho la promesa de que todos los pensamientos serían comunes para los dos, y nuestras almas ya no serían en adelante más que una; ensueño que nada tiene de original, después de todo, a no ser que, soñándolo todos los hombres, nunca lo realizó ninguno.
Al anochecer, un poco fatigada, quisisteis sentaros delante de un café nuevo que hacía esquina a un bulevar, nuevo, lleno todavía de cascotes y ostentando ya gloriosamente sus esplendores, sin concluir. Centelleaba el café. El gas mismo desplegaba todo el ardor de un estreno, e iluminaba con todas sus fuerzas los muros cegadores de blancura, los lienzos deslumbradores de los espejos, los oros de las medias cañas y de las cornisas, los pajes de mejillas infladas arrastrados por los perros en traílla, las damas risueñas con el halcón posado en el puño, las ninfas y las diosas que llevaban sobre la cabeza frutas, pasteles y caza; las Hebes y las Ganimedes ofreciendo a brazo tendido el anforilla de jarabe o el obelisco bicolor de los helados con copete: la historia entera de la mitología puesta al servicio de la gula.
Enfrente mismo de nosotros, en el arroyo, estaba plantado un pobre hombre de unos cuarenta años, de faz cansada y barba canosa; llevaba de la mano a un niño, y con el otro brazo sostenía a una criatura débil para andar todavía. Hacía de niñera, y sacaba a sus hijos a tomar el aire del anochecer. Todos harapientos. Las tres caras tenían extraordinaria seriedad, y los seis ojos contemplaban fijamente el café nuevo, con una admiración igual, que los años matizaban de modo diverso.
Los ojos del padre decían: «¡Qué hermoso! ¡Qué hermoso! ¡Parece como si todo el oro del mísero mundo se hubiera colocado en esas paredes!» Los ojos del niño: «¡Qué hermoso!, ¡qué hermoso!; ¡pero es una casa donde sólo puede entrar la gente que no es como nosotros!» Los ojos del más chico estaban fascinados de sobra para expresar cosa distinta de un gozo estúpido y profundo.
Los cancioneros suelen decir que el placer vuelve al alma buena y ablanda los corazones. Por lo que a mí toca, la canción dijo bien aquella tarde. No sólo me había enternecido aquella familia de ojos, sino que me avergonzaba un tanto de nuestros vasos y de nuestras botellas, mayores que nuestra sed. Volvía yo los ojos hacia los vuestros, querido amor mío, para leer en ellos mi pensamiento; me sumergía en vuestros ojos tan bellos y tan extrañamente dulces, en vuestros ojos verdes, habitados por el capricho e inspirados por la Luna, cuando me dijisteis: «¡Esa gente me está siendo insoportable con sus ojos tan abiertos como puertas cocheras! ¿Por qué no pedís al dueño del café que los haga alejarse?»
¡Tan difícil es entenderse, ángel querido, y tan incomunicable el pensamiento, aun entre seres que se aman!

(Charles Baudelaire, Los ojos de los pobres)