CREER O NO CREER, HE AHÍ EL DILEMA

(Recopilaciones diversas de individuos diversos. De gente real del mundo real. Algunos dan a conocer sus verdaderas identidades, otros la ocultan y a los más pavos los echamos al agua... onda sapeo)
apuntesinsanos@gmail.com

viernes, 29 de febrero de 2008

BISIESTO

"Ésta es mi última transmisión desde el planeta de los monstruos. No me sumergiré nunca más en el mar de mierda de la literatura. En adelante escribiré mis poemas con humildad y trabajaré para no morirme de hambre y no intentaré publicar."
(Roberto Bolaño, Estrella distante)

jueves, 28 de febrero de 2008

COMERCIAL

—¿Alumno?
—No, cliente.

TRETAS

Una calle de Arequipa es igual a una calle de Concepción-Chile. Es poco fácil creer algo de ese tipo. Yo tampoco me lo creo, pero es posible, y digo tampoco, como digo también, como digo que no es.
No es posible. Y si no es posible no lo escribo, aunque eso último no es tan así. “Escribe de lo que sabes” escuché a alguien decir alguna vez, tal vez yo mismo, pero la posibilidad la descarto. Sólo digo —y no miento— cuando digo sin fundamento alguno que una calle de Arequipa es igual a otra de Concepción-Chile. ¿Sólo palabras? “!No creas que son sólo palabritas, jueguitos de ingenio, llamaciones (palabra nueva) de atención¡"
Esa calle era igual. La dura que era igual. Yo no sé como, pero era, te juro.
¿Dónde está el truco?

miércoles, 27 de febrero de 2008

ENTRE COMILLAS

Claro. De otra forma no podía ser, así que lo encerré entre comillas. Es que no podía estar pasando y todo por quedarse pegado mirando la casa lila. Todo por que la casa de la esquina anterior era casi simétrica y con música de piano.
Pero las comillas y el contexto. Las comillas y la idea. A veces sí y a veces no. Las comillas que me ayudan. Que me dan una mano. Que me asustan mal usadas y échale la culpa también a que nadie respeta el paso de cebra, al día sin sol. Échale la culpa a cualquier cosa. Dale explicaciones complejas.
No digo me lo busqué. Digo casual y digo causal.
Siempre un gran “proyecto”, pero ha llegado el día “D” y la hora “H”.

INCENDIO

Hacer lo correcto y/o decir lo correcto. En casos extremos, cuando el nivel de aire baja a niveles alarmantes, proceda de forma tranquila. No se altere, eso puede jugarle en contra. Los extintores están pintados de rojo, pero si se toma el tiempo y si saca una llave (o algo parecido, algo metálico), si le da un pequeño rayón (rayar la pintura) verá que el color original no es rojo. Puede que se sienta avergonzado y lo oculte. Puede que diga me tomaron el pelo, pero no se lo tome tan en serio.
Siga luego con calma. No se altere. No se alarme. Dirija el chorro a la base del fuego. Asegúrese que sea extintor de CO2 y que activó todas las alarmas y la suya no. Vea las llamas subir. Vea las llamas alargarse. Hacer dibujitos.
Asómbrese, ahora sí, asómbrese de la cara que está poniendo (no el fuego, sino usted) y ahí, sólo ahí, cuando su rostro se haya relajado lo suficiente, corra a un espejo e intente un autorretrato. Dese cuenta y quédese ahí. Quédese tranquilo y sienta. Si tiene valor, si realmente usted tiene valor, permanezca frente al espejo y no se asombre de lo que viene después.

sábado, 9 de febrero de 2008

AUSENCIA

Las ideas son balas
hoy día y no puedo
usar flores por ti.
Hoy quisiera ser viejo
y muy sabio
y poderte decir
lo que aquí
no he podido decirte:
hablar como un árbol
con mi sombra hacia ti.
Como un libro salvado del mar,
como un muerto que aprende a besar,
para ti, para ti,
para ti, para ti.

Silvio Rodríguez

PARTE

A partir de algún momento, a partir de partir, del verbo partir.
Partí, lo hice de manera discreta. Partí.
Puede ser que me moví, porque esa podría ser una de las acepciones que estoy intentando para darle alguna forma a la idea. Ejercicio de dedos. Ideas.
No es lo mismo deslizar un lápiz que teclear. En algún momento eran hojas acumuladas junto a no sé qué, pero ahora son archivos. Asegúrese de asegurarlos de no sé qué.
Partí, lo hice de manera descarada. Partí.
Puede ser que se rompió, porque esa podría ser una de las acepciones que estoy intentando para darle alguna forma a la idea. Ejercicio de manos. Pensamientos.

lunes, 4 de febrero de 2008

AQUÍ NO

—El alquiler se cumplió:
te tienes que mudar;
ay, pero el problema es serio,
muy serio,
pero el problema es muy serio,
porque no hay con qué pagar.

Si encuentras cuarto vacío,
te tienes que mudar,
y si acaso no lo encuentras,
te tienes que mudar.
Si el dueño dice: "lo siento",
te tienes que mudar;
pero si no dice nada,
te tienes que mudar.
Como quiera, como quiera,
te tienes que mudar;
con dinero, sin dinero,
te tienes que mudar;
donde sea, como sea,
te tienes que mudar,
te tienes que mudar,
te tienes que mudar!

Calma, mi compadre, calma,
vamos los dos a cantar,
que llegue el casero ahora,
él nos podrá acompañar.
—¡Escuche, amigo casero,
ayer me citó el Juzgado,
y dije que no he pagado
porque no tengo dinero,
y estoy parado!
Yo no me voy a la calle,
porque la lluvia me moja;
venga usted, casero, y diga,
diga,
venga usted, casero, y diga,
diga,
si va a curarme el catarro,
si va a curarme el catarro,
después que el agua me coja!
Conozco hoteles vacíos
y casas sin habitantes:
¿cómo voy a estar de pie,
con tantos puestos vacantes?

Calma, mi compadre, calma,
vamos los dos a cantar;
que llegue el casero ahora,
él nos podrá acompañar.
¿Es que a usted lo achica el miedo?
No, señor;
a mí no me achica el miedo,
y aquí me quedo,
sí, señor,
y aquí me quedo,
sí, señor,
y aquí me quedo...

(Nicolás Guillén, Son del desahucio)

MOTIVO

“…ese mes que pasábamos en el Perú, cada año, generalmente en el invierno (julio o agosto), me permitía zambullirme en el ambiente, los paisajes, los seres sobre los cuales había estado tratando de escribir los once meses anteriores. Me era enormemente útil (no sé si en los hechos, pero sin la menor duda psicológicamente), una inyección de energía, volver a oir a hablar peruano, escuchar a mi alrededor esos giros, vocablos, entonaciones que me reinstalaban en un medio al que me sentía visceralmente próximo, pero del que, de todos modos, me había alejado, del que cada año perdía innovaciones, resonancias, claves.”

(Mario Vargas Llosa)

VERANO

“Nací con tinta en las venas. Eso, al menos, es lo que me gustaría creer. O lo que algunos entusiastas decían de mí cuando mi nombre aún poseía cierta capacidad de convocatoria. Nunca he tenido muy claro qué fluye exactamente por mis venas (mi ex mujer se ha encargado de esparcir el rumor de que no es más que un suero frío y gelatinoso), pero sí estoy convencido de que la tinta fue un factor decisivo en la construcción de mi personalidad, mi vida y mi carrera.
Carrera. Ya estoy usurpando términos. Verán, carrera no es el tipo de palabra que yo use con frecuencia. No como lo hace Martín Vergara, mi joven alumno en práctica. Como todos los que se han desarrollado pero aún no se forman, Martín es bastante cándido, aunque no por eso menos incisivo.
A tal grado llega su inocencia que está convencido de que perder un verano da absolutamente lo mismo. «Total», me dijo, «me quedan miles por delante.». Comete un error, claro, pero es muy joven para entender que lo único que a uno no le sobra es tiempo y veranos.”

(Alberto Fuguet, Tinta roja)